Historias y poesías. Como no sé expresarme de otra manera, escribo. Son sentimientos y estados de ánimo. Fragmentos de mi cuaderno donde escribe mi verdadero yo.

lunes, 18 de marzo de 2013

Le puse salsa golf

Todo empieza en el infinito mundo sin respuestas de la cabeza de los Foster. Cuando uno está presente, siempre algo que no tiene explicación pasa, como confundirse el ketchup con la salsa golf y derramarlo en un inocente pote de queso chedar después de varias botellas de cerveza e incontables vasos de whiskey.
La historia que te vengo a contar, es una historia que surge de la nada, de lo bizarro, de lo cómico, de lo imprevisto e impensado, de lo que nunca me imaginé que iba a pasar.
Aquella noche, llegamos a pensar que eramos Starsky y Hutch caminando en la noche fría persiguiendo el sonido de alguna casa donde se estaba  dando una fiesta. Caminando y caminando, nos fuimos encontrando conectando pensamientos, historias, olores... Hasta encontré la mejor manera de respirar libertad, sentir que podía caminar donde no había luz sin miedo, sin mirar atrás.
Caminamos durante horas, buscando un horizonte, hasta encontrar la luz del final del camino. Ahí el famoso "Hay que hacer, lo que hay que hacer" "Hey oh lets go" Dijeron los Ramones... Pero no, mejor no hablar de ciertas cosas. Nos quedamos parados en el medio del frío de una calle sin luz, la música seguía retumbando pero seguíamos sin conocer la fuente... aterrizamos en la realidad y nos rendimos. Conocimos otros mundos aquella noche, otras culturas y filosofías. Después de un silencio prolongado nos detuvimos en una parada de colectivo a ver la gente pasar, en sus autos, bicicletas y hasta en sus pies. En aquella parada nos sentamos a fumar un cigarrillo hasta encontrar el equilibrio. Starsky y Hutch con sus mentes cansadas se despidieron. La distancia para volver era la misma para ambos, ambos iban a tardar lo mismo en llegar a casa. Después de un abrazo, no se dijeron adiós. Se dijeron hasta pronto.